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miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA POLICÍA, EJÉRCITO DE LA PAZ

LA noticia apareció en el diario regional HOY, correspondiente al día 31 de mayo del presente: El ‘Día de la Policía’ se celebrará este año en Badajoz a nivel nacional. No es esta la primera vez, desde luego, que tal acto se celebra en la capital pacense con la misma transcendencia; habría que remontarnos al año 1998, año siguiente al desgraciadamente triste 97, en que padecimos la terrible riada, que aún perdura en el recuerdo de todos.
El programa –continúa HOY–, incluirá exhibiciones de distintas unidades, una exposición de medios y materiales y otra sobre la historia del Cuerpo. Además, la tarde previa a la festividad de los Ángeles Custodios, habrá una entrega de premios de la Fundación Policía Española y un concierto de la Banda Sinfónica de la Policía Nacional. En el acto central, se impondrán condecoraciones y –lo que en estas líneas quisiera destacar– se entregará la Bandera de España a la Jefatura Superior de Policía de Extremadura.
La Ley 39/198, de 28 de octubre, de la Bandera Nacional, establece en su artículo 1º que «La Bandera de España simboliza la nación, es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución». Más adelante, en el artículo 31º, señala que «el tratamiento de honores que deben ser prestados a la bandera de España se regirán por lo que reglamentariamente se disponga y en el caso de las Fuerzas Armadas, por sus disposiciones específicas». Por otro lado, las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, en su artículo 18º, dispone que «La Bandera de España y el Himno Nacional merecen el máximo respeto y veneración». Añadiendo que «La Institución Militar es la encargada de la custodia, honores y defensa de la Bandera, como símbolo de la Patria y de su unidad».
Así las cosas, pudiera parecer que sólo las Fuerzas Armadas serían las habilitadas para la conservación y custodia de la Bandera Nacional. Sin embargo, son muchas las opiniones vertidas al respecto sobre si un Cuerpo eminentemente civil, como lo es la Policía, podría ser acreedor a tan alta distinción de conservar y custodiar la enseña nacional. Hasta cuatro ejemplos –cada uno correspondiente a una época distinta-, podemos citar como antecedentes de la concesión de tal privilegio.
Si nos trasladamos a los tiempos de la segunda república española encontraremos alguna luz al respecto. La primera ocasión en que a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad le fue concedido el uso de la bandera, fue a instancias del presidente del Consejo de Ministros, Alejandro Lerroux, quien propuso tal distinción para el Cuerpo de Seguridad y Asalto el día 8 de noviembre de 1934. Su propuesta fue aprobada el día 11 de junio del año siguiente. El Decreto de la Presidencia de la II República concedió el derecho al uso de la Bandera Nacional al Cuerpo de Seguridad y Asalto, como consecuencia de su brillante actuación en la revolución de Asturias, acaecida el año anterior. El texto del Decreto que otorgaba aquel honor, se expresaba así:
«El Cuerpo de Seguridad, creado bajo la noble y alta misión de velar por el orden público, ha puesto siempre abnegación y sacrificio en el cumplimiento del deber; pero sus virtudes como Cuerpo civil e Institución armada han culminado en los días de la pasada agitación revolucionaria, en que, con sus Secciones de Vanguardia y Asalto, cooperó heroicamente al restablecimiento de la paz pública.
El Gobierno, acogiendo el sentimiento de gratitud del pueblo español, quiere premiar la ejemplar conducta del Cuerpo de Seguridad, cuya disciplina y subordinación descansan sobre principios de organización militar, concediéndole el derecho al uso de la bandera republicana, que es el supremo símbolo de la Patria; y para ello, a propuesta del Ministro de la Gobernación, y de acuerdo con el Consejo de Ministros,
Vengo en decretar lo siguiente:
Artículo único. Se concede al Cuerpo de Seguridad el derecho al uso de la bandera nacional.
Dado en Madrid a once de junio de mil novecientos treinta y cinco.- Niceto Alcalá Zamora y Torres.- El Ministro de la Gobernación, Manuel Portela Valladares».
Dicho decreto fue publicado en la ‘Gaceta de Madrid’, el día 12 de junio.
Como sabemos, tras la guerra civil, el Cuerpo de Seguridad y Asalto fue sustituido por el de Policía Armada y de Tráfico. A partir de entonces comenzó un largo procedimiento para lograr que al nuevo Cuerpo policial le fuera concedido tal honor. Es lo cierto que aquel Cuerpo, aunque con carácter civil, seguía teniendo estructura y consideración militar. Así, no es de extrañar que el día uno de marzo de 1942, festividad entonces del santo Ángel de la Guarda, la ciudad de León hiciera entrega de la Bandera Nacional a la Guarnición de aquella ciudad.
En el mismo año 1942, en Benidorm (Alicante) y con motivo de la celebración en aquella localidad de la 72ª Asamblea General de Interpol, la ciudad hizo entrega de una bandera al Cuerpo Nacional de Policía.
Más reciente en el tiempo, el pasado día 10 de mayo, el ministro del Interior entregó «el uso de la bandera de España» a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en brillante acto celebrado en la Plaza de Oriente.
Ahora es la Jefatura Superior de Policía de Extremadura la que, con motivo de la celebración del día de los Ángeles Custodios recibirá, de manos del mismo ministro, la preciada joya.
Es cierto que, en los tiempos actuales, el Cuerpo Nacional de Policía es un instituto armado de naturaleza civil, y que, en sentido estricto, y a tenor de lo que disponen la Ley de la Bandera Española y las Reales Ordenanzas citadas, tal vez no le corresponde a él la custodia, honores y defensa de la Bandera –este último punto, a juicio del que suscribe, es discutible–. Pero los que por desgracia hemos asistido a más de un entierro de compañeros, cuyo féretro iba envuelto en la bandera; los que sabemos que de los 829 asesinados por ETA, más de 50 fueron extremeños, entre Guardias Civiles, policías locales, hombres mujeres, niños y miembros del Cuerpo Nacional de Policía; los que sentimos un nudo en la garganta cuando la vemos ondear, los que no podemos contener las lágrimas cuando se le rinden honores, y los que, desgraciadamente, la hemos visto ultrajar y quemar con saña, a menos de dos metros y con rabia contenida, no tenemos más que felicitarnos.
Si tenemos en cuenta que, como alguien señaló, la Policía es el ejército de la paz, bienvenida sea la distinción. La Jefatura Superior –no lo dudo– sabrá situarla en lugar preferente y mostrarla con orgullo cuando la ocasión lo requiera. Gracias, señor Zoido. Su gesto, como ministro del Interior cuasi extremeño, le honra y nos honra.
http://www.hoy.es/badajoz/policia-ejercito-20170927222528-nt.html

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