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jueves, 5 de noviembre de 2020

Nuevas pautas para prevenir el suicidio de policías

 

La Policía Nacional aprueba su primer protocolo para prevenir la principal causa de fallecimiento entre sus agentes: hasta 160 efectivos se quitaron la vida desde 2001










En 2014 murieron en acto de servicio dos agentes de la Policía Nacional y se suicidaron nueve. El año siguiente, seis policías fallecieron mientras realizaban su trabajo; entre ellos, dos asesinados en un atentado contra la embajada de España en Kabul. Otros 11 se quitaron la vida. En 2016, los fallecidos en acto de servicio fueron dos, pero se suicidaron otros 10. En 2017, último año en el que se han hecho públicos datos de ambos parámetros, un agente murió en una agresión y otro en accidente de tráfico en el desempeño de sus funciones. En esos doce meses fueron 13 los policías que se quitaron la vida, la cifra más alta de los últimos 20 años. Según una reciente respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, desde 2001 hasta la actualidad se han quitado la vida 160 policías (además de 235 guardias civiles). Los sindicatos policiales elevan esta cifra hasta los 169.

Convertida en la principal causa de muerte entre sus efectivos, la Dirección General de la Policía aprueba este jueves el primer protocolo para prevenirlo e intentar reducir su número –la Guardia Civil cuenta con uno desde el año 2002 que actualiza periódicamente–. El documento, de 12 páginas de extensión y al que ha tenido acceso EL PAÍS, plantea un ambicioso plan para prevenir “la conducta suicida” entre sus agentes que incluye, entre otras medidas, la puesta en marcha de un teléfono de atención psicológica “gratuito y confidencial” que estará en funcionamiento las 24 horas del día durante todo el año para prestar atención “inmediata” a los agentes que lo necesiten. Carlos Prieto Conesa, responsable de riesgos laborales del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y uno de los representantes de los agentes que ha participado en su elaboración, destaca la importancia del documento, aunque advierte de que “es un protocolo ambicioso que exigirá que se le dote de medios humanos suficientes para que sea efectivo”.

 

La estadística apunta a que la incidencia del suicidio es mayor entre los miembros de las Fuerzas de Seguridad (en la actualidad, hay 68.013 policías nacionales y 78.469 guardias civiles) que en el resto de la población. Así, el Instituto Nacional de Estadística recoge que en 2018, último año en el que hay cifras, murieron por esta causa en España 3.539 personas, lo que representa una tasa de suicidio de 7,6 casos por cada 100.000 habitantes. En la Policía, donde ese mismo año se quitaron la vida siete agentes, la tasa se eleva a 10,3; y en la Guardia Civil, con 10 muertes, a 12,8 casos. La elaboración del protocolo es una vieja aspiración de los representantes sindicales de la Policía. El SUP lo viene reclamando desde julio de 1987, cuando 

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https://elpais.com/espana/2020-11-05/nuevas-pautas-para-prevenir-el-suicidio-de-policias.html

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