El asaltante roció con gasolina a una empleada de la sucursal bancaria antes de hacerse con el dinero y escapar
Un atracador de 51 años ha muerto la mañana de este jueves por disparos de agentes policiales después de que asaltase una sucursal bancaria en Burgos y se hiciera con un botín de 6.000 euros.
El asaltante irrumpió armado con una pistola en la oficina, ubicada en la calle de la Condesa de Mencía, en el barrio del G-3. Una vez en el interior, se acercó a una de las empleadas y la roció con gasolina. Acto seguido, aprovechó la confusión para hacerse con 6.000 euros y huyó del lugar con su botín. El atracador, a quienes varios testigos describen como un hombre muy conocido en el barrio, escapó rumbo a la calle del Duque de Frías, aledaña a la sucursal, donde vivía.
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