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jueves, 30 de mayo de 2024

Ser o no ser de los comandantes de puesto de la Guardia Civil, la patata caliente para el nuevo Mando de Operaciones

 

 Las instrucciones del MOP sobre las funciones y cometidos del personal con funciones directivas dentro de la Compañía territorial decidirán el futuro de la Institución tal y como la concebimos hoy en día.

• El Consejo Superior de la Guardia Civil resolvió en 2011, fruto de una “profunda reflexión”, que el Comandante de Puesto es ante todo mando de unidad.








La disposición final primera de la Orden General sobre Compañías y Puestos dispone que el “Mando de Operaciones impartirá unas instrucciones sobre las funciones y cometidos del personal con funciones directivas de la Compañía territorial”.

 

La misma norma da un plazo de seis meses desde su entrada en vigor para que estas instrucciones sean dadas a conocer a las unidades. El Estado Mayor de Operaciones de la Guardia Civil tiene ya un trabajo muy avanzado que está pendiente de observaciones internas y de la propia aprobación del nuevo Mando de Operaciones (MOP). La fecha prevista de salida de estas instrucciones es el día 1 de julio.

 

ASESGC ha expuesto ampliamente en la Comisión Preparatoria del Consejo la importancia y trascendencia de las instrucciones que dicte finalmente el MOP para mantener las funciones directivas de los comandantes de puesto y segundos jefes, tal y como las configura la Circular 2/2012 sobre orientaciones para el ejercicio del mando por el comandante de puesto, norma que la propia orden general de compañías y puestos declara subsistente y de aplicación.

 

La Guardia Civil debe plantearse qué tipo de comandante de puesto quiere, si un responsable de las patrullas a nivel compañía o un verdadero mando de unidad territorial con las connotaciones inherentes al mismo y que están perfectamente definidas en la Circular 2/2012. Esta última norma traza unas directrices de actuación de la Institución con los comandantes de puesto que en la actualidad se han perdido y que se incumplen sistemáticamente en las unidades, poniendo en peligro la continuidad de estas unidades y los servicios que presta la Guardia Civil tal y como lo conocemos hoy en día.

 

La Guardia Civil resolvió en 2011, fruto de una “profunda reflexión”, que “el Comandante de Puesto es ante todo mando de unidad, y en mucha menor medida, complemento cualificado para la ejecución de determinados servicios concretos. Por consiguiente, esa función preferente de dirección, organización, coordinación e impulso de los recursos humanos y materiales puestos a su disposición deberá sustentarse en la autonomía funcional en un sentido, y en la responsabilidad, del otro. Y por ello, no puede ser predeterminada en su ejercicio en normas procedimentales de tal nivel de concreción que rompan aquella capacidad de autoexigencia”. Consta a esta Asociación Profesional de mandos intermedios, que la decisión se tomó en el seno del Consejo de Superior de la Guardia Civil con la aquiescencia de todos los generales del Cuerpo.

 

Ahora el MOP debe decidir si mantiene y refuerza la línea de actuación de 2011, que cree en el comandante de puesto como verdadero mando y pilar fundamental de la Institución para la prestación de determinados servicios en el despliegue territorial de la Guardia Civil o cae en la trampa de la coordinación de patrullas como solución a la escasez de personal.

 

Según ha trascendido, en estas instrucciones habrá funciones específicas y diferenciadas para el jefe del puesto, para el segundo jefe y para el resto de los mandos hasta el empleo de cabo. Va a quedar meridianamente claro en estas instrucciones del MOP sobre los cometidos y funciones de los mandos, que habrá un elenco de funciones lo suficientemente amplio para subrayar que el comandante de puesto tiene unas funciones propias. Veremos cómo se traduce esta intención en el papel. Por cierto, en la elaboración de estas instrucciones no habrá participación de las asociaciones profesionales al tratarse de una cuestión específica del servicio.

 

ASESGC ha enfatizado en la necesidad de confiar en los comandantes de puesto y sostener sus funciones de mando, manteniendo su autonomía y ha pedido muchísima claridad y concreción en estas instrucciones ya que algunas comandancias y compañías están ávidas por desmantelar el edificio de 2011 y hacer de estos mandos complemento cualificado de las patrullas rutinarias, sin otro objetivo que contar con personal en la calle para solucionar los problemas de personal con la excusa de que se coordine y supervise, sin importarles las funciones que legalmente corresponden a los mandos y que deben prevalecer sobre estas pretensiones interesadas que, además, se desvían de los objetivos declarados de la Institución.

 

Una responsabilidad que recae en el nuevo Mando de Operaciones ya que su antecesor, artífice de la norma sobre compañías y puestos que no satisfizo a nadie, dejó el cargo con la obra a medias. Quizás, quien sabe, por temor a ser recordado como el verdugo de los puestos.



https://lapauta.es/art/2680/ser-o-no-ser-de-los-comandantes-de-puesto-de-la-guardia-civil-la-patata-caliente-para-el-nuevo-mando-de-operaciones

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