Los agentes le acusan de injurias, coacciones y tráfico de influencias por enfrentarse a ellos en un control. Aseguran que les dijo “se os va a caer el pelo, a mi nadie me da órdenes”
El Tribunal Supremo ha tenido que resolver la disputa entre el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Collado Villalba (Madrid) y el Juzgado Togado Militar Central número 2, porque ambos se consideraban competentes para estudiar la querella de dos agentes de la Guardia Civil contra un comandante del Cuerpo Jurídico Militar.
La decisión de la Sala de Conflictos de Jurisdicción fue resolver “a favor de la jurisdicción militar, atribuyendo el conocimiento de las actuaciones, como competente para ello, al referido Juzgado Togado Militar Central número 2”, según una sentencia consultada por Confidencial Digital.
Querella contra un comandante auditor
El origen del proceso judicial es una querella que dos guardias civiles interpusieron en 2017 contra un comandante auditor, es decir, oficial del Cuerpo Jurídico Militar de las Fuerzas Armadas. Los agentes le acusaron de los presuntos delitos de injurias, amenazas, coacciones, tráfico de influencias y denuncia falsa.
El Juzgado de Instrucción n.° 7 de Collado Villalba incoó las Diligencias Previas 724/2017 como consecuencia de esta querella.
En esa querella, los guardias civiles dieron su versión sobre el incidente que tuvieron con ese comandante auditor.
“Estoy en un Togado Militar de Madrid”
“En fecha 24 de febrero de 2017, sobre las 14:30 horas, los dos agentes querellantes, miembros del Cuerpo de la Guardia Civil, se encontraban prestando servicio de seguridad ciudadana cuando al montarse en su vehículo oficial tras haber reali zado labores de control de tráfico rodado, y antes de abandonar el lugar, perciben, en la parte trasera, la bocina de un vehículo sonando indiscriminadamente”.
Así empieza el relato de hechos que hicieron los dos guardias civiles en su querella ante los juzgados. Tras oír la bocina, uno de los agentes se bajó del vehículo y se acercó al coche desde el que les estaban pitando.
Al preguntar al conductor por qué pitaba, éste respondió “de manera despectiva y con desprecio hacia la autoridad” al guardia: “¡Entonces qué coño haces tú ahí, qué cojones haces ahí! ¡Que no me dejáis pasar!”.
El guardia civil le dio una explicación, y a continuación le solicitó el permiso de conducir. Según el relato de los agentes, “el conductor, alzando nuevamente la voz de manera despectiva, amenazante y pretendiendo coaccionar al agente, le dice ‘Yo soy comandante, cuádrate inmediatamente, y sé como va esto, que yo estoy en un Togado Militar de Madrid’”.
“No sabéis con quién habéis dado”
Los guardias civiles aseguran que el agente que se había acercado al vehículo le solicitó al conductor que se calmara. Le volvió a pedir el permiso de conducir y el DNI, y también le dijo que luego si quería podía acreditar su cargo militar.
“Mientras comprueban su filiación”, relataron los guardias civiles, “el conductor se baja del vehículo, hace fotografías a los agentes y graba su actuación mientras dice ‘Vosotros no sabéis con quién habéis dado. habéis pinchado en hueso porque soy Vocal de un Juzgado Togado Militar y se os va a caer el pelo, soy Comandante del Ejército, a mí dos Guardias no me dan órdenes que soy Comandante, cuádrate’”.
Ante esa actitud, los guardias civiles le advirtieron de que “podría estar cometiendo un delito de coacciones y amenazas a agentes de la autoridad”, pero el comandante respondió “Que cada uno haga lo que tiene que hacer, pero vosotros a ver como escapáis ahora de esta, porque no sabéis quién soy yo y a
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