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sábado, 19 de julio de 2014

Anulan la sanción a una guardia civil que llegó ebria a la Academia

El Supremo acaba de dejar sin efecto la sanción impuesta a una cabo de la Guardia Civil, que fue 
suspendida de empleo durante un mes por llegar en estado de embriaguez a las instalaciones de la 
Academia. El Alto Tribunal entiende que la conducta no atentó a la dignidad del Instituto Armado, 
“pues no fue percibida por personas ajenas a la Benemérita”. Es decir, “lo que ocurre en el campo
 se queda en el campo”, tal y como se dice en el argot futbolístico.  


Los hechos ocurrieron en la madrugada del 13 de mayo de 2011. La agente, que estaba realizando
 el curso de ascenso a sargento, se fue de fiesta con varios compañeros. Hicieron una ruta por varios
 pubs de Baeza hasta que el grupo se separó. Alrededor de las cinco de la mañana, la protagonista
 de esta historia se presentó en la garita de la Academia “en un evidente estado de plena intoxicación
 etílica”: ojos brillantes, pupilas dilatadas, habla pastosa, notoria halitosis, descoordinación de
 movimientos... Los guardias que vigilaban el acceso rápidamente se percataron de la situación y
 le denegaron la entrada. La cabo les exigió, “de forma desairada”, que se identificasen.
 A continuación, comenzó a llorar.

Finalmente, y para evitar que pudiera sufrir algún daño, le permitieron introducirse en la Academia 
para pasar la noche en el módulo de mujeres. La tuvieron que desvestir para meterla en la cama.

El problema es que, al día siguiente, había clase. La cabo debía dirigir una práctica de “instrucción
 de orden cerrado con armas” con alumnos a convertirse en agentes. Una compañera la vio demacrada
 “y como en trance”. La ayudó a ducharse para reanimarla, “sin que la expedientada fuera consciente
 de nada”. Ya en el aula, otra guardia civil se percató de que la procesada tenía “los ojos rojos y 
evidenciaba falta de coordinación al realizar los movimientos”. Finalmente, se dispuso su cese.

En noviembre de 2011, los responsables de la Academia sancionaron a la cabo con un mes de
 suspensión de empleo y la expulsión como alumna del curso de sargento. Se le consideró autora 
de una falta grave de embriaguez fuera de servicio por afectar a la imagen de la Guardia Civil. 
La sanción fue ratificada en noviembre de 2013 por el Tribunal Militar Central.

Sin embargo, acaba de ser anulada por el Supremo. ¿Por qué? Entiende que la conducta de la
 guardia expedientada no trascendió fuera de los muros de la Academia, no fue conocida por 
personas civiles, por lo que no afectó al buen nombre de la institución. La resolución ya es
 completamente firme.


http://www.diariojaen.es/jaen/item/...a-a-la-academia
 

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