"Humillado". Así dice sentirse un trabajador del Centro Penitenciario de Las Palmas después de ser víctima, presuntamente, de un cacheo desproporcionado por parte de dos guardias civiles vestidos de paisano cuando entraba a trabajar.
Para los sindicatos, este acto supone un "menoscabo a la honorabilidad y a la profesionalidad del funcionario" y llega, además, en un momento en el que las relaciones entre Instituciones Penitenciarias y los trabajadores atraviesan una de las situaciones más críticas de los últimos años. Hace pocas semanas, los sindicatos declararon el "conflicto colectivo" y anunciaron futuras movilizaciones para que se cumplan sus reivindicaciones laborales. La tensión es tal que las organizaciones dicen que solo negociarán con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Según consta en la queja que los sindicatos han elevado a la dirección del centro y a la que ha tenido acceso 20minutos, el lunes 20 de septiembre, uno de los trabajadores de la cárcel fue obligado a entrar en una de las salas de la prisión por parte del subdirector de seguridad. En esa habitación le esperaban dos guardias civiles vestidos de paisano -algo que, según Comisiones Obreras, es ilegal porque los agentes no pueden entrar en las prisiones-. Es entonces cuando proceden a realizarle un cacheo que incluye su "desnudo y genuflexión", un tipo de control que, según José Ramón López Santamaría, presidente de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), solo se puede realizar a "personas detenidas y no siempre en todos los casos". "Es una situación aberrante y una falta de respeto más", expone.
En el escrito, tanto ACAIP como UGT, CSIF, CCOO y otros sindicatos minoritarios, aseguran que ellos son "los más interesados" en "identificar y esclarecer cualquier conducta que merezca reprobación penal o administrativa". Sin embargo, creen que "el lugar y la publicidad" de este cacheo menoscaban "la honorabilidad y profesionalidad del funcionario", sometiéndolo a una "humillación e intimidación intolerables", llegando incluso, dicen, a vulnerar su presunción de inocencia. "La dirección del centro penitenciario no ha respetado mínimamente un procedimiento que salvaguardase el derecho a la intimidad y la dignidad del trabajador", denuncian en el escrito. CC OO ha pedido la dimisión del máximo responsable de la cárcel.
Además, los sindicatos coinciden en señalar en que este hecho llega en un momento "delicado", ya que su relación con Instituciones Penitenciarias -que ha declinado hacer declaraciones al respecto al estar el caso judicializado, según EFE- no atraviesa sus mejores momentos. Las relaciones, de hecho, están casi rotas o al menos así lo expusieron en la rueda de prensa que dieron el pasado 23 de septiembre. En la comparecencia, tanto López Santamaría como Jorge Vilas, responsable de prisiones de CSIF, anunciaron un conflicto colectivo
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