Guardias civiles que han vivido el último salto masivo a la valla de Melilla lamentan a Vozpópuli los medios que tienen para defenderse del violento ataque de los inmigrantes
"Ha sido una locura.... otra vez". Son las parcas pero contundentes palabras de un agente de la Guardia Civil que ha vuelto a vivir un salto masivo a la valla de Melilla. Con lo sucedido a principios de marzo aún en la retina este guardia reconoce sentirse desbordado tanto en medios humanos y materiales. "Solo nos dejan utilizar gases lacrimógenos y con ello no podemos frenarles", asegura en una conversación con Vozpópuli.
Todo su grupo lleva desde comienzos de esta semana en tensión a la espera de acontecimientos. La tensa calma de los últimos meses, con saltos aislados de pocas personas, se truncó el pasado sábado cuando un centenar de agentes de diferentes cuerpos marroquíes resultaron heridos con unas 700 personas migrantes congregadas en unos bosques cercanos. "Fue un toque de alarma", advierte este efectivo.
"Sabíamos que iban a estar escondidas esperando el momento indicado para entrar. Hoy ha tocado y son momentos muy duros pero tenemos que afrontarlo", detalla exhausto tras sufrir durante toda la mañana las carreras o los golpes de los migran
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https://www.vozpopuli.com/espana/guardias-valla-melilla-gases.html
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