El 19 de diciembre de 1922 se interpretó por primera vez este himno como canción de despedida a los Guardias Jóvenes que partían hacia sus destinos
Instituto, gloria a ti / por tu honor quiero vivir / Viva España, viva el Rey / viva el orden y la Ley / viva honrada la Guardia Civil». Esta primera estrofa despidió a los jóvenes guardias civiles, todos hombres, que se iban a incorporar a los diferentes destinos aquel frío 19 de diciembre de 1922 en el patio de armas de la Escuela de Jóvenes Guardias Civiles de Valdemoro (Madrid).
El himno no era nuevo. Había sido compuesto entre 1915 y 1916 por una monja, sor Asunción García Sierra, y contaba ya con referencias al honor y la gloria del Instituto Armado.
Por los huérfanos
Curiosamente, sor Asunción no había compuesto este poema para los jóvenes guardias que salían en busca de servir al país y a sus ciudadanos, sino como homenaje a los agentes de la Benemérita que en aquellos años convulsos de comienzos del siglo XX perdían la vida en su lucha contra el bandolerismo. Era el ‘Himno Escolar de la Guardia Civil’, aquel que representaba a los dos colegios en los que se educaban los hijos hué
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