Que se permitan éstas cosas, no me extraña que todo el mundo esté cabreado con ésta gente. En fin es lo que tiene ésto si se interviene dicen que el estado opresor, fascismo y demás lindeces.
Tras una larga y dura batalla legal en la que tuvo que soportar desde la incomprensión de mandos y compañeros hasta que la Dirección General de la Policía (DGP) pretendiese castigarla pasándola a segunda actividad -semijubilarla y reducirle el sueldo-, la agente gallega de la Policía Nacional que reclamaba su traslado a Galicia por ser víctima de violencia machista ha visto recompensado su tesón.
El agente de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado fue castigado con tres meses sin sueldo tras negarse a imputar a un conductor un delito de omisión de socorro
Todo previsto. El trabajo ya se ejecuta en la trastienda, fuera de los focos. El Ministerio del Interior está contando con los máximos especialistas en seguridad de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para confeccionar la nueva estructura de los Mossos, si, como está previsto, definitivamente se aplica el artículo 155 de la Constitución.
Este pasado fin de semana ha sido duro, vergonzoso en muchos momentos y a los guardias civiles nos ha dejado un mal sabor de boca, como a la mayoría de españoles de bien. El Gobierno, con el mandato de los tribunales, se ha visto obligado a usar la fuerza para hacer cumplir la Ley, y para ello ha recurrido a las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, que para eso están.