Cada preso que cumple condena en una de los más de 80 centros penitenciarios dependientes de la administración del Estado, todas las cárceles excepto las de Cataluña, supondrá para las arcas públicas en 2021 una media diaria de 70,92 euros, lo que convierte al sistema penal español en uno de los más caros de la Unión Europea.
