La purga en los Mossos d’Esquadra que ha ejecutado ERC en la cúpula del cuerpo policial se ha llevado por delante al hasta ahora jefe de la Comisaría General de Investigación Criminal, Antonio Rodríguez.
De él dependían las operaciones contra la corrupción, entre ellas algunas que afectaban directamente a altos cargos políticos del Govern como el ex consejero Miquel Buch o la actual presidenta del Parlament, Laura Borrás. Su sustituto, Ramón Chacón, ha dejado en sus redes un rastro de su simpatía por la causa independentista.
El Gobierno de Pere Aragonés ha llevado a cabo un profundo cambio en los cuadros de mando de los Mossos. Los ceses y sustituciones han alcanzado a un total de 31 mandos, dejando una cúpula mucho más afín ideológicamente a los postulados del separatismo.
Pero, sin duda, el más reseñable de los cambios es el del intendente Rodríguez, que pasará de estar al cargo de investigaciones de alto nivel a dirigir una comisaría en la localidad de Rubi, un municipio barcelonés que no llega a los 80.000 habitantes. Un evidente paso atrás en su carrera, que ha sido visto internamente como un castigo por haber permitido que saliesen adelante causas contra altos cargos políticos.
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