Policías y guardias civiles no solo se sienten "moneda de cambio" tras el "sacrificio" del 1-O, sino que temen su salida "definitiva" de Cataluña.
Nunca antes en democracia la distancia entre el Gobierno y las fuerzas de seguridad del Estado había sido tan grande como en estos días. La amnistía ha provocado un abismo entre el Ejecutivo y la Policía y la Guardia Civil sin precedentes en la historia reciente de España. Desde los mandos hasta las bases. Sin excepciones.
Ni siquiera el rechazo continuo del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska a la equiparación real económica con los cuerpos autonómicos había creado tanto malestar. La amnistía está empezando a pesar más, incluso, que el agravio económico en ambas instituciones, que ahora se consideran maltratadas en el bolsillo, pero también en su fuero más interno.
Hasta las organizaciones profesionales y los sindicatos que históricamente en ambos cuerpos habían mostrado más simpatías al PSOE se han posicionado en los últimos días implacables en sus críticas al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a su decisión de amarrar la investidura con una amnistía que a
leer mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario