Fue la propia Guardia Civil la que destapó estos hechos hace 11 años. Aquello dio pie a una investigación que desembocó en la acusación contra 10 agentes de la Benemérita, destinados en el área de Aduanas del Aeropuerto de Gran Canaria, y dos pasajeros y en un juicio por tribunal del jurado que tuvo lugar en junio de 2017.
